sábado, 9 de junio de 2012

Siempre.

Aquellas personas con las que vives momentos inolvidables son las que de verdad valen la pena. Las que son y serán siempre especiales, y de las que tenadrás un pedacíto de ellas en tu corazón, quieras o no. Las que, en una reunión, se emocionan pensando en unas aventuras que ya están en el pasado, pero cuya adrenalina aún recorre sus venas.
Puede que te separes de algunas de ellas con el paso del tiempo, o puede que no. Pero, ya haya de por medio un metro o un océano, siempre sentiras que están presentes en tu interior, apoyandote y dispuestos a darte su ayuda siempre que lo necesites. Siempre.

domingo, 22 de abril de 2012

Falta

Cuando ir al colegio suponía jugar.
Cuando la merienda era el mejor momento del día.
Cuando ducharse era una obligación.
Cuando mis padres eran mis propios superhéroes.
Cuando ganar al escondite era la gloria.
 Cuando hacía amigos diciendo: "Hola, ¿quieres ser mi amigo?"
Cuando lo que hacía en el ordenador era dibujar en el paint.
 Cuando pasaba horas jugando a las muñecas.
Cuando tomar el cola-cao a cucharadas significaba manchar toda la cocina.
Cuando me vestía mi madre.
Cuando me acurrucaba mi padre.

Cuando todo era impresionante.
 Cuando nada me preocupaba.
 Cuando todo era impredecible.
 Cuando solo tenia que vivir.

Ahora todo eso está en el pasado. Y el pasado pasado está. Pero no puedo evitar añorar esos momentos en los que no había nada más.

Ahora no hay monstruos bajo mi cama, sino en las personas que me rodean.
Ahora ya no obligan a comer a los niños, sino a las adolescentes.
Ahora no se burlan de las gafas, sino que las llevan sin graduar.
 Ahora que tengo que decidir mi futuro, me gustaría que fuera mi pasado.

La magia sigue existiendo, solo que ahora la eclipsa la realidad. Todos están demasiado ocupados para verla. Y es una pena. Porque creo que lo que le hace falta al mundo es magia. La magia de la inocencia. La magia de actuar de forma desinteresada. La magia de vivir de verdad.

Y todo esto se está perdiendo. Los niños cada vez crecen antes. Pasan más tiempo en la calle que en casa. Ven más le televisión que a sus padres. Tienen más tuentis a los ocho años que yo en toda mi vida. Se maquillan desde los diez años. Tienen el móvil más nuevo y con tarifa plana de internet a los once. Y se emborrachan desde los doce.

Lo que más pena me da de estos niños es que de adultos no tendrán infancia que añorar.

jueves, 19 de abril de 2012

Fuego

El mundo se derrumbaba. Y todos los escombros cayeron en mi espalda, por un momento. Todo a mi alrededor estuvo envuelto en llamas mucho tiempo. No sé cuanto. Puede que solo fueran unos minutos, o puede que fueran años. Nunca lo sabré.
Pasaron cosas buenas mientras el fuego me rodeaba. Pero, a pesar de todo, del fondo de mis ojos nunca desapareció esa profunda tristeza. Esa tristeza, en un principio manchada por odio y sed de venganza, con el paso del tiempo se volvió luminosa y pura. Solo se componía de impotencia y la peor soledad. Esa soledad que sientes tanto estando rodeada de gente como en una isla desierta.
A veces parecía que me había recuperado, que volvía a ser aquella que se supone que fui. Pero, aunque no quise verlo, esa persona ya no existía. Muchos me tendieron su mano, con esperanzas de que regresara. Pero  sus intentos fueron en vano.
Solo un ángel fue el único que me ayudó de verdad. Me hizo entender que esa era yo ahora. Que tenía que afrontar el fuego, e intentar apagarlo, en vez de esperar a que consuma completamente. Y, mientras me hablaba, me acompañó a través de las lenguas de fuego que rodeaban mi vida.
Cuando llegué al otro lado ya había descubierto quién era. Había asumido mis debilidades y había afrontado mis miedos. Fue entonces cuando, por primera vez, me encontré.

sábado, 10 de marzo de 2012

Cuentos

"Confieso que quizá nunca he tenido pinta de típica princesa de cuento, tampoco he aspirado a convertirme en una pierde zapatos, mucho menos he pensado en dormir cien años, no he creído apropiado entregar mi voz pero sí mis palabras, no me he visto capaz de luchar, ni de enamorarme otra vez de un Peter Pan. Pero sí he creído estar envenenada y he esperado un beso como salvación. Confieso que nunca supe exactamente las coordenadas de un corazón, para buscarlo después de todo, y no perderme mientras le pierdo. Tampoco he aspirado a convertirme en algo más que la antiheroina de la historia, no nací para perder cosas y aun así parece que me paso la vida buscándolas. Confieso que nunca pensé estar aquí, pero la vida te induce a seguir sus caminos, los que nunca creíste que podías conocer, acabas robando zapatos a niñitas perdidas que sin saber te quitaron el príncipe, o acabas dejando que el teléfono suene si es Peter Pan. "

lunes, 5 de marzo de 2012

Siempre se me hace tarde.

"Siempre se me hace tarde, y vuelvo a ser la desquiciada
La misma amargada, que acapara el alma y duerme abrazada
a la caída, al día tras día
a la osadía del que sufre sin llorar, a la eterna caída.

Que no hay afonía que me corte el grito,
Creo en lo finito, y luché contra parasitos, que ahora evito.
Hoy repito mis errores, porque soy humana
No me importa ensuciarme las manos si le pongo ganas.

Si he descubierto que no hay cura para corazones rotos,
Qué me dará el tiempo,si no fuerzas pa' borrar tus fotos.
Sólo caigo pa' coger impulso,
Sometida a esta presión que una vez mas me ganará este pulso.

Se me atraganta verte lejos, y es que temo que te olvides de mí y de hacernos viejos.
Tengo miedo de perderte ya en este laberinto 
En esta habitación de espejos rotos y cielos que habito."

lunes, 27 de febrero de 2012

Volver

Sé que a muchos les gustaría poder dar marcha astrás en el tiempo. Pero me gustaría saber cuantos de ellos tendrían el valor de adelantarlo. Porque quieres vover al pasado sabiendo cómo es, y lo prefieres antes que el presente. Pero el futuro es incierto. Y, las personas, si no es sobre seguro, no apuestan. Nunca.

martes, 21 de febrero de 2012

Soledad





Desde que nací me acompaña Soledad. No es muy habladora, y me ha permitido conocerme por dentro. Gracias a ella sé quien soy realmente. Pero creo que ya es hora de que se vaya, me deje ser libre, y deje espacio para nuevas compañías.

El problema es que Soledad es confortable. Ella no quiere irse y a mi me da miedo que se aleje. Y me molesta. No me gusta depender de otras cosas ajenas a mí, y sin embargo quiero hacerlo, saber lo que se siente y sufrirlo. Porque sin sufrimiento, no hay vida.